martes, septiembre 27, 2005

XXI century

No hay caso. Nacida hacia finales del siglo XX en pleno nacimiento de aquello que llaman globalización, como una buena parte de la gente de este planeta, convivo diariamente con los avances tecnológicos en materia de telecomunicaciones, medicina, industria, etc.

Lo más: la semana pasada leí en la puerta de una peluquería un cartel que rezaba "Nanotecnología para el cabello". Lo último de lo último. Quizás tan insólito que me quedé buena parte del día pensando si aquello no sería puramente una frase usada para no quedar fuera del sistema. Porque -y hablando muy seriamente- me gustaría realmente saber que es lo que dichos peluqueros entienden y aplican como "nanotecnología para el pelo".

En fin. A esta altura, ya no reparamos en lo vertiginoso de los cambios constantes.
Pero esta mañana tuve un imprevisto: tenía que entregar un papel al banco que solamente podía escribir a máquina (SI!!!! con una máquina de escribir!!!).

Toda una experiencia. Empezando porque era una máquina que más que automática, parecía tener vida propia.
Resultado: como la más inutil de las personas, perdí 1 hora y casi medio talonario en llenar un papelito con 5 palabras y varios números...Todo ello acompañado por una buena cantidad de protestas porque me resultaba dificilísimo lograr dominar la maquinola...que por otra parte, considero un objeto de lo más obsoleto.

Esta tarde, llegué a casa y miré mi máquina más cariñosamente de lo habitual. La verdad, después de haber sido maltratada por un aparato enojado por haber quedado en desuso, me dije:
"tenemos la vida completamente dominada por un montón de aparatejos que mañana, no nos sirven más"...Valdrá la pena tanta ddependecia??? Per al mismo tiempo, como se hace para prescindir de ellos???.

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