jueves, febrero 24, 2005

Luna y Sol

Llegaban siempre juntas. Los horarios no eran un problema.
Siempre en la barra. Hasta el final.

Luna hablaba de forma divertida con quien estuviese a su lado.
Sol espiaba la calle. Observaba los árboles de la plaza de enfrente.

Eran el engranaje perfecto.
Noches enteras tratando de descifrar idiomas ajenos.

El suyo era simple. Se entendían mutuamente.
De trago en trago se miraban. Y reían.

Pasaban noche a noche sus tristezas. Sus alegrías.
Luna y Sol tenían miedo. Acudían al abrigo del bar.

Ninguna de las dos imaginó alguna vez que se volvería a enamorar.
La vida les tomó por sorpresa. Sus mañas también.

Todavía las sigo viendo. Huyendo de sí mismas. En la barra.
Con varias cervezas y arrugas más. Juntas.

*Dedicado a "La Morocha"...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lucrecia, rubia...por ende, sos un Sol, estás siempre presente en mi.
"Morocha" = Luna, sueño con vos todas las noches...
Lu, no me quemes, si es que Luna es quien creo que lo es...

Anónimo dijo...

;)

Lacra dijo...

Parece que mi blog se convirtió en un depósito de confesiones de amor.....