Ciclos
Hace algún tiempo, hable de una metáfora poco feliz (me la criticaron duramente) que decía algo así como que la vida es como la economía, porque va cumpliendo ciclos de apogeo y depresión. En fin.
Y como de ciclos estamos hablando y no hay mal que dure 100 años, toda fase descendente se revierte ni bien llega al fondo. Claro que durante dicha fase a uno le pasan cosas horribles, como por ejemplo víctima de algún alucinógeno, perderse entre las góndolas de papas fritas en un supermercado y que tu amiga, acompañada por su hermano (que además fue conmigo al colegio secundario) enajenados por culpa de la misma hierba obtengan un ataque de risa fenomenal. O sucumbir a las caricias de Baco y olvidarse de bajarse del bondi en el que volvés a tu casa, lo cual te conduce a la estación terminal y a que te acuestes a las 10 de la mañana de un domingo cuando no tenías la menor intención de hacerlo.
Y podría seguir enumerando como he dicho "cosas horribles" que le pasan a una persona completamente perdida. Pero como ese no es el fin, volvemos al principio. Y al comenzar el post decía que no hay mal que dure 100 años, ni ciclo que no se revierta. Como Alemania, que hoy es una potencia pero para ello tuvo que sufrir el desmoronamiento de la República de Weimar. Como yo, que después de un periodo de recesión y retraimiento, me levanto de entre las cenizas como el ave fenix. Pero nada es gratis en esta vida señoras y señores, porque mientras uno trate de repensarse continuamente, de cambiar los motivos de sus quejas, de tratar de evolucionar en sus relaciones interpersonales, no podrá dejar de darse cuenta de que al fin y al cabo: "Uno es presa de sus propios hábitos". Y que por más ocupaciones que te inventes, los vacíos en tu vida no desaparecen.
Asi que a partir del día de hoy, me propongo dejar de repetir esas frases que tengo en el bolsillo desde que me acuerdo de mi. Eso sí, con convicción, sino nadie me va a creer.
He dicho.-.
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