Círculo vicioso

Estaba a punto de marcar un número de teléfono y muy dispuesta a verter una frondoza puteada, cuando el teléfono que suena es el mio.
En cinco minutos me vi envuelta en una serie de argumentos baratos que salían de mi boca, los cuales eran la causa principal del origen de mi enojo.
Enojo que por otro lado, era la causa del llamado telefónico que estaba a punto de hacer cuando me sonó el teléfono.
Y así me vi a mi misma, haciendo algo que cuando me tocaba a mi (desde el lado de la víctima) me molestaba hasta enfermarme.
Resultados:
1)Supuse que había perdido el derecho de hacer la llamada telefónica y putear.
2)Otorgo el perdón a todas aquellas personas que me mienten.
3)Me di cuenta de que no era menos basura que el resto.
4)Me di cuenta de por qué me estaban mintiendo.
5)Empecé a pensar algún verso (léase: chamullo) más original.