miércoles, mayo 18, 2005

Derivando

Y mi cabeza funciona como una batidora, que procesa y mezcla todo tipo de ingredientes. La cuestión es que cuando era muy chica (8 años) mi papá un día me sentó, me puso un libraco en las manos y me dijo: "Lo tenés que leer", tardes lo que tardes. Un poco miliquito el método, ya lo se, pero es lo que me tocó, que se le va a hacer.
Para cuando me di cuenta, me había masticado la vida entera de Miguel Angel Buonarotti. Un flash. El chabón se metía en la morgue de noche -y de contrabando- para estudiar como es que iban por el cuerpo los músculos y los huesos para poder esculpir mejor...Un grande.
Diez años más tarde, tuve la suerte de ir a Florencia. La primera vez que tuve frente a mis ojos "el David", no lo pude evitar, se me saltaron las lágrimas de la emoción.

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