Tenía 17 años y andaba sola por el mundo. A los 19 vivía sola en una gran ciudad. Uno aprende a cuidarse y se crea escudos. Inventa una imagen de sí mismo que le ayuda a superar cada obstáculo que enfrenta. Cuando nadie te protege te volvés autosuficiente, o por lo menos te lo creés. Pero sostener ese personaje no es fácil. A veces, la realidad te supera.
A los 26 años me di cuenta de que por más chapa de "me las banco todas" que tengas, en el fondo, lo blandengue siempre es más fuerte.
jueves, mayo 19, 2005
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