jueves, mayo 19, 2005

Tenía 17 años y andaba sola por el mundo. A los 19 vivía sola en una gran ciudad. Uno aprende a cuidarse y se crea escudos. Inventa una imagen de sí mismo que le ayuda a superar cada obstáculo que enfrenta. Cuando nadie te protege te volvés autosuficiente, o por lo menos te lo creés. Pero sostener ese personaje no es fácil. A veces, la realidad te supera.
A los 26 años me di cuenta de que por más chapa de "me las banco todas" que tengas, en el fondo, lo blandengue siempre es más fuerte.

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